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▌LA LEYENDA DE LAS FUENTES DEL MARQUÉS

Una historia amorosa en época del medievo a orillas de las aguas de Las Fuentes del Marqués

Eva Pérez Sánchez │29 abril 2018 

Cuando llega el verano, el tiempo parece que transcurre más lento. Los largos días soleados hacen que vayamos de un lugar para otro buscando, desesperadamente, una pequeña sombra o una bebida fresca para tomar. 

Este calor también influye en nuestros sentimientos y en nuestras pasiones. Durante las últimas horas de luz, o las primeras horas de oscuridad, nos vienen a la cabeza episodios especiales y momentos de pasión y deseo, que tenemos necesidad de compartirlos con nuestros seres más queridos y amigos. Esto fue lo que ocurrió entre una hermosa mora y un hidalgo caballero cristiano, que con el amor más profundo y sincero que sentían el uno para el otro, convirtieron las templadas aguas del paraje natural de Las Fuentes del Marqués (en el término municipal de Caravaca de la Cruz, Murcia), en aguas frías y heladas como el acero. 

Las Fuentes del Marqués.
(https://meencantamurcia.es/fuentes-del-marques-caravaca/)
Esta historia amorosa se remonta a la época del medievo, cuando Caravaca de la Cruz ya estaba bajo la protección de la Santísima y Vera Cruz. También, durante aquellos años, los nobles caballeros templarios se encargaban de defender la fortaleza de los musulmanes procedentes del Reino de Granada, quienes por desgracia, se apoderaron de Las Fuentes del Marqués. Este paraje tenía un valor incalculable para los lugareños de Caravaca, ya que ellos iban allí para evadirse de sus preocupaciones y perderse entre la naturaleza. Este tesoro natural pertenecía entonces a un rico sayyid árabe que estableció allí su residencia estival: un gran palacete y unos baños (donde hoy encontramos las Cuevas del Marqués), típicas construcciones del mundo musulmán.

Pues bien, el caballero cristiano, de nombre Jorge, era un muchacho joven lleno de alegría y aspiraciones por conseguir. Hasta entonces, de lo que se sentía más orgulloso era de haber sido reconocido por la Orden Del Temple como miembro de pleno derecho y formar parte de los protectores de uno de los lugares más importantes del reconquistado Reino de Murcia, ese que llaman "Carabaca". Por otro lado, la hermosa mora llamada Hayla era la hija del sayyid, dueño de Las Fuentes. Ella, dotada de extrema belleza árabe, se pasaba los días y las noches en el palacete, sin un quehacer para distraerse.

Al poco de ser nombrado caballero, el joven Jorge se sometió a una "novatada" por la que debían de pasar todos los caballeros. Esta consistía en pasar toda la noche en un aljibe que surtía agua al castillo. Y así fue. Tras varias horas de estar encerrado en ese aljibe, el caballero Jorge comenzó a explorar la zona en la que se encontraba. De repente, descubrió la entrada de un oscuro túnel y decidió atravesarlo, hasta que llegó a un arroyo donde se encontraba la bella Hayla. En ese momento, sus miradas se cruzaron y poco a poco el amor entre ellos dos surgió. 

Las Fuentes del Marqués fueron testigos de cada noche de verano en la que Jorge y Hayla se encontraban a escondidas. Noches en las que intercambiaban interminables aventuras, apasionados besos y profundos abrazos. Sin embargo, el destino tenía preparado una última noche para ellos. 

Con el paso de los días, los superiores del caballero Jorge comenzaron a sospechar de las largas ausencias nocturnas del joven hidalgo. Así mismo, el padre de Hayla llevaba bastantes noches observando como su hija salía en secreto por las noches del palacete y no volvía hasta el amanecer.

Una de las noches, Jorge y Hayla se fundieron en un intenso abrazo y, de repente, los templarios de Jorge y los sirvientes del sayyid llegaron al lugar donde se encontraban los dos jóvenes. Ambos grupos de guerreros se lanzaron uno contra el otro gritando el nombre de su Dios. En medio de esta disputa, el sayyid vio como su hija se encontraba entre los brazos del caballero Jorge y, pensando que este iba a secuestrarla, lanzó una flecha hacia el muchacho que, finalmente, fue a parar al costado de su hija. El sayyid quedó destrozado en mil pedazos y, roto de dolor, cogío su gran espada y atravesó el cuerpo de Jorge. Ambos amantes, unidos en un fuerte abrazo, cayeron a las aguas de Las Fuentes Del Marqués, que se tornaron gélidas y frías, como el duelo por el amor de los dos jóvenes enamorados. 

Después de esto, hay personas que dicen que el sayyid abandonó Las Fuentes y los templarios construyeron un torreón desde donde vigilaban aquel lugar. Los baños árabes desaparecieron ya que las aguas termales perdieron su temperatura óptima. Respecto a los cuerpos de los dos amantes, algunos cuentan que Dios los transformó en agua cuando rozaron el arroyo con su cuerpo. Otros relatan que están sepultados bajo el paraje de Las Fuentes y unidos en un abrazo inmortal. Sea como sea, debemos recordar que Las Fuentes del Marqués han sido siempre y serán tierra de leyendas, de inocentes aventuras de amor y de memorables historias, que hacen de Caravaca de la Cruz una ciudad digna de recordar. 

El Torreón de los Templarios, en Las Fuentes del Marqués.
(https://meencantamurcia.es/fuentes-del-marques-caravaca/)

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Fotografías: https://meencantamurcia.es/fuentes-del-marques-caravaca/